7mo Domingo de Pascua: La Ascención del Señor

1a Lectura del Libro de los Hechos de los Apóstoles, 1: 1 - 11
-Jesús es Elevadoal Cielo-
"... en unos pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo."

El relato de los acontecimientos este día, lleno con palabras de acción, establece la importante labor que yace por delante de los apóstoles. Ellos, los apostoles, ya no están a la espera de la venida del Salvador, porque saben que la profecía de Dios ha tenido lugar delante de sus ojos, y el Mesías no sólo ha estado allí con ellos, sino que también ha anunciado su salida definitiva de este reino terrenal.

Así que ahí están, los doce, a punto de presenciar un acontecimiento milagroso. Nuestro Señor, después de haberles dicho palabras sabias, es elevado y rodeado de una nube que lo remueve de la vista de los discípulos.

Los discípulos se quedan en la ciudad, porque Jesús les ha pedido que permanezcan allí hasta que reciban la visita de un "invitado especial".

Ojala que como ellos, podames nosotros ser capaces de esperar por todo el tiempo que Jesús requiera de nosotros, y que nuestros corazones y nuestras almas se llenen de la luz y el poder del Espíritu Santo.

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2nda Lectura, de la Carta de Pablo a los Efesios, 2:17-23
-La Oración de Pablo-
"La Iglesia es el cuerpo de Cristo, el complemento de éste que completa todas las cosas en todas partes."

Cuando pienso en mi vida como estudiante, recuerdo que antes de la universidad, estudiar me parecía como una tarea fragmentada. Yo no podía entender el uso de Álgebra o Química en mi futuro, ya que la carrera que era mi interés se encontraba en las ciencias de Relaciones Humanas. Yo quería ser psicóloga, y temas no relacionados directamente con el desempeño de Psicología me hacían sentir como si estuviera usando mi tiempo erróneamente.

No fue hasta que llegué a la Universidad, que todo empezó a tener sentido. Cuando me tocó analizar la relación entre el equilibrio químico del cuerpo y la habilidad del cerebro para trabajar saludablemente, fue que finalmente dí las gracias a los esfuerzos de mis maestros por hacerme entender no sólo la química, sino también laFísica y las Matemáticas.

Me parece que los discípulos se sintieron de esta manera también, como si estuvieran participando de una educación fragmentada, pues antes de la llegada del Espíritu Santo ellos no tenían plena comprensión de los mensajes de Jesús. Ellos lo siguieron porque tenían fe, porque creía en él ciegamente, y porque confiaban en él y lo amaban tanto como sus propias vidas.

Al igual que los estudiantes universitarios, los discípulos "entendieron" una vez que la sabiduría del Espíritu Santo llegó a ellos.

Ojalá que nosotros podamos amar a Dios tanto como los discípulos, pues hemos recibido la sabiduría del Espíritu Santo y ahora podemos comprender las promesas de Jesús.


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El Evangelio según Lucas, 24: 46-53
-Jesús se Aparece a sus Ddiscípulos- &-Jesús es Llevado al Cielo-
"Y yo mismo voy a enviar sobre vosotros lo que mi Padre ha prometido."

El Evangelio nos transporta a los momentos finales de Jesús con sus discípulos. Es esta la 2ª vez que se enfrentan a una separación.

Los sentimientos de Jesús y sus preocupaciones, siguen siendo las mismas. En el momento de su crucifixión Jesús no se preocupa de su propia muerte, sino en cambio se preocupa con lo que pueda sucederle a sus seguidores. Una vez más, en este último día, la carga primordial en el corazán de Jesús es tranquilizar a los discípulos, quienes están a punto de recibir el don más preciado de sus vidas.

Jesús da importancia a su propio momento de gloria: el momento mas grandioso que está a punto de acontecer ante los ojos de los discípulos, que es cuando Jesú se reunirá con elPadre. En cada momento de su vida, Jesús ha sido consistente en mantenerlos a ellos-y a nosotros también-, en la parte superior de su lista de asuntos importantes.

Nuestro bienestar es "la preocupación primordial" de Jesús. Qjalá que seamos capaces de recibir las gracias que Jesús nos ofrece, y que podamos ser capaces de imitarlo, colocando las necesidades de los demás por delante de las nuestras.